25 años de la firma del Acta Final de la Ronda de Negociaciones Comerciales Multilaterales del GATT.

 

 

En un día como hoy, hace 25 años se firmaba el Acta Final de la Ronda de Negociaciones Comerciales Multilaterales del GATT. 123 países y las Comunidades Europeas dieron lugar en Marrakesh al nacimiento de Organización Mundial de Comercio. 

Tuve el honor de presidir las sesiones celebradas en la última reunión ministerial en Marruecos. Honor por cuanto el nombre del Uruguay quedó asociado a un enorme esfuerzo destinado a promover el comercio, la inversión, el empleo, los ingresos y los modernos temas que la innovación  tecnológica ya planteaban en ese tiempo. Honor porque nuestro país lideró los esfuerzos para aprobar el marco jurídico necesario para que el comercio internacional se ajustara a reglas claras más  el moderno mecanismo de solución de controversias. Honor porque los acuerdos alcanzados incluyeron la agricultura; y porque nuestro país, obtuvo además, el acceso de miles de toneladas de carne a los EEUU, una ampliación de la cuota Hilton para Europa y mayores oportunidades para sus servicios. Honor porque fue la última negociación multilateral que sirvió para que millones de personas salieran de la pobreza aprovechando la apertura comercial como instrumento de desarrollo. Honor, por último, porque con distinguidos ciudadanos de nuestro país en el marco de una política de Estado trabajamos para consolidar el marco multilateral en el comercio y reforzar la seguridad jurídica y regulatoria. Enrique Iglesias, Ricardo Zerbino y Hector Gros Espiell marcaron el rumbo de esa Ronda que se nutrió del aporte inolvidable del embajador Julio Lacarte Muró. 

El recuerdo no es un festejo, es un desafío renovado en tiempos difíciles. Por esa razón, el Uruguay tiene que volver a ser una referencia obligada en la defensa de los principios del derecho internacional y del multilateralismo. Las reglas deben servir como un seguro ético y político para preservar  la Paz internacional y la estabilidad social y económica.

El Uruguay debe resaltar esta fecha como un logro que tuvo el mérito de su iniciativa y de su finalización y que demostró que sus gobernantes, aún de distintos partidos, supieron velar por el futuro de las próximas generaciones.

SERGIO ABREU BONILLA 

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