Foro Libre: Elementos para la inserción internacional del Uruguay en la actualidad
2° FORO LIBRE – CURI
ELEMENTOS PARA LA INSERCIÓN INTERNACIONAL DEL URUGUAY EN LA ACTUALIDAD por Gabriela Vidal
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El artículo escrito Gonzalo Pérez del Castillo cumple la función para el cual lo preparó, que es proporcionar muchos y variados puntos sobre los cuales se pueda reflexionar e intercambiar entre los Consejeros del CURI.
Comparto que “… Debemos movernos con inteligencia en todos los escenarios de modo no sólo de evitar ser atropellados, sino de sacar el mayor provecho posible de las circunstancias.”
Si bien Uruguay “cuantitativamente” no llega a tener incidencia a nivel mundial, desde el punto de vista “cualitativo” tiene muchos elementos que lo distinguen y le dan valor.
Nuestro país tiene cosas positivas a destacar; tiene una calidad de vida que puede ser muy apreciada, una población que tiene una relativamente buena calificación laboral, un índice de alfabetización que sigue siendo bueno, no hay problemas raciales, no hay catástrofes naturales y fundamentalmente tiene estabilidad social, política y económica. Posee una democracia consolidada, seguridad jurídica y solidez institucional.
Todo esto hace que Uruguay tenga un bien intangible pero de gran valor que es: “PRESTIGIO”. Esto no se compra ni se consigue de un día para otro. Este prestigio se ganó por una actuación coherente durante muchos años y de distintos gobiernos, por su respeto al derecho, por la seguridad jurídica, por su respeto y cumplimiento a los compromisos, por su estabilidad; todo esto quizás porque a pesar de los cambios de gobierno, todo lo anterior se respetó y se cumplió cualquiera fuera el partido gobernante. Esto ocurrió a pesar de no existir un pacto formal entre los partidos políticos pero posiblemente exista un pacto de hecho, ya que seguramente todos comparten que una visión positiva del mundo sobre Uruguay es fundamental para las inversiones.
En otros países se ha recurrido a contratos de estabilidad jurídica celebrados con inversores extranjeros (contratos regidos por la cláusula o normativa de estabilidad jurídica), por no existir certeza de continuidad y respeto de los contratos por parte de distintos gobiernos en un país. Esta actuación no es práctica, porque requiere la necesidad de permanente actualización de los referidos contratos por aparición de nuevas figuras jurídicas, etc. Tampoco es una garantía total de seguridad jurídica porque se ha demandado por inconstitucionalidad (en especial por violación del derecho a la igualdad, en base a la cláusula que garantiza a los inversionistas que en caso de modificaciones jurídicas adversas, no se les aplicarían).
En este sentido, es indiscutible que Uruguay actúa mejor, con más seriedad y con más madurez de los propios partidos políticos, que si bien pueden tener diferencias, respetan lo actuado por sus predecesores, lo que hasta ahora, ha sido un principio común.
En Uruguay la seguridad jurídica y la estabilidad económica hacen que las “reglas de juego” sean claras y se respeten a lo largo de los años y los distintos gobiernos; creando una estabilidad que ayuda en el orden interno y por supuesto en materia de relaciones exteriores, incluyendo en éstas las inversiones extranjeras, tan importantes para el desarrollo económico y para la generación de trabajo, brindando una ganancia económica real y estable para el futuro.
Uruguay se consolidó como poseedor de atributos valorados por entidades que elaboran rankings internacionales, destacando como país innovador, con altos estándares de calidad de vida y como una gran plataforma para hacer negocios (índice de democracia, de libertad económica, índice global de paz, de baja corrupción, de inclusión social, de desarrollo humano, de propiedad, de competitividad global, de facilidad para hacer negocios, de precio de telecomunicaciones, de desarrollo de tecnología de la información, etc.).
El “prestigio” de Uruguay está basado fundamentalmente en la seguridad jurídica que supone tener y cumplir con una normativa clara y cierta, que no será derogada ni cambiada por el siguiente gobierno, lo que da confianza en el estado uruguayo a los inversionistas extranjeros. La seguridad y certeza jurídica es un bien superior y todos tenemos que respetarlas por el bien de Uruguay. La credibilidad internacional es un capital fundamental que tenemos, que hay que cuidar y que debemos mejorar y expandir; siempre teniendo en cuenta que este valor también se puede perder, por lo que hay que ser muy cuidadosos.
Mantener la estabilidad en la política de relaciones exteriores es fundamental. Tener una visión de Estado en los temas más importantes en esta materia es trascendental. Para ello creo que no hay que confundir ideologías políticas afines con otros países para hacer alianzas e integraciones porque los resultados no son los esperados, como sabemos por experiencia propia y también por lo que ocurrió a nivel global (recordar actitud del “mundo” con relación a las vacunas ante la reciente pandemia). Esto permite sostener que la amistad entre países es circunstancial y basada en intereses económicos.
Es importante la concepción y actuación en pro del multilateralismo. Uruguay necesita tener una visión clara y bien definida de los temas más trascendentes de su política exterior. Tiene que tener un Ministerio de RREE fuerte, consolidado, preparado, profesionalizado en su gestión, políticos y asesores trabajando en conjunto, con un plan de acción. Cancillería y también los partidos políticos tienen que trabajar por tener un mismo criterio en temas trascendentes, al igual que tener gran capacidad de negociar y de dialogar. Es esencial dialogar, crear vínculos, fortalecer los existentes y que estos tengan buenos cimientos y no dependan ni de un presidente ni de un canciller; no pueden depender de las personas físicas sino de las instituciones.
Uruguay también puede ser articulador de negociaciones importantes, precisamente por no ser un país de peso desde una perspectiva cuantitativa, pero sí por ser un país con prestigio y tradición de seriedad, de conocimiento, de experiencia, de lealtad y transparencia en los vínculos cuando se requiere, de cumplimiento basado en los principios y valores que nos han regido. Ser un hábil articulador puede posicionar muy bien al Uruguay.
Tenemos que profundizar, ampliar, profesionalizar, demostrar al mundo las características expuestas y canalizar inteligentemente el hecho de ser un país chico, pero serio, respetado y confiable.
Los distintos partidos deben tener claro los objetivos internacionales, aunque puedan variar las formas, el contenido esencial tiene que ser el mismo y así dar más fuerza y sustento a las metas internacionales en los distintos foros. El diálogo y el sentido común no siempre es lo que impera en las relaciones internacionales, en especial en los últimos tiempos, pero Uruguay debe insistir en el rol que puede llegar a tener en determinados acontecimientos, precisamente por no ser un país grande, por ser un país que no “molesta”; esto puede ser un activo y lo tenemos que potenciar y aprovechar.
Sería muy interesante continuar con el desarrollo y análisis de la propuesta de los puntos elaborados por Heber Arbuet sobre la metodología para elaborar una política exterior de Estado.
Sería un avance práctico en este tema, en el que desde distintas ópticas de muchos Consejeros se pueden realizar valiosos aportes.
Montevideo, 28 de setiembre de 2023
Gabriela Vidal
El CURI mantiene una posición neutral e independiente respecto de las opiniones personales de sus Consejeros y Colaboradores. El contenido y las opiniones de los “Estudios del CURI”, “Análisis del CURI” y “Foro Libre CURI” constituyen la opinión personal de sus autores
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